LA ESCALERA AZUL
El poeta surge
de una misteriosa crisálida
con apetito visceral de metáforas.
Arpegios, de ternura,
colores invisibles al ojo autómata,
percepciones sensibles al espanto,
al silencio,
a la desnudez.
No puede crear a un poeta
el papel más fino
ni la estilizada pluma de metal dorado.
No puede crear a un poeta
un libro reluciente
ni cien ríos de páginas escritas.
El poeta es un Lázaro peregrino
resucitando de muertes súbitas en cada esquina.
El poeta es sentimiento y aún presentimiento.
La pluma del poeta es escalera azul
desde el lado interior del muro
hacia la libertad perpetua de los sueños.
©Daniel Stéfani
El poeta surge
de una misteriosa crisálida
con apetito visceral de metáforas.
Arpegios, de ternura,
colores invisibles al ojo autómata,
percepciones sensibles al espanto,
al silencio,
a la desnudez.
No puede crear a un poeta
el papel más fino
ni la estilizada pluma de metal dorado.
No puede crear a un poeta
un libro reluciente
ni cien ríos de páginas escritas.
El poeta es un Lázaro peregrino
resucitando de muertes súbitas en cada esquina.
El poeta es sentimiento y aún presentimiento.
La pluma del poeta es escalera azul
desde el lado interior del muro
hacia la libertad perpetua de los sueños.
©Daniel Stéfani
-2005-
Puerto Iguazú Misiones
Puerto Iguazú Misiones
Argentina
1 comentario:
Gracias por el regalo de tu presencia y también por tu Escalera Azul, que como tus sueños llega al infinito y al alma.
Anamá
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