Suavidad cual seda
en sus mejillas, mientras
el sentimiento le trastoca.
¡Boca semiabierta, jadeante,
corazón alocado!
¡Vivir, palpitar, intenso compartir
en mil segundos!
Internaliza lo dulce de su savia,
aliviando la sed que le embargaba.
¡Desesperada, loca, desquiciada!
Ardiendo en su hoguera...
derritiendo las fibras
intimas y sensibles
de su alma de niña.
Regalando su miel
entre mil versos.
¡Mordiendo en su locura
aquel brazo de mar!
Desmayo de amor....
¡Se quedó dormida
entre sus brazos!
®Madreselvas dePuertoRico
© Derechos Reservados
8 de junio 2007
sábado, 23 de junio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario